SAN NICOLÁS I
858-867 d.C.



   Fue el más importantes de los Papas que reinaron entre Gregorio el Grande y loa de la alta Edad Media. Impresionó a sus contemporáneos por el afán con que defendió la libertad de la Iglesia ante el Estado, la integridad del matrimonio y el derecho de los pueblos a la paz.

   Condenó la guerra, sólo justificable como medios de defensa, e hizo una tajante distinción entre verus rex y tyranus. Intervino también en contra del duelo, proclamado por Lotario como "Juicio de Dios", y que Kleist iba a llevar a la literatura en su obra maestra titulada El duelo. Su secretario fue Anastasio, el antipapa de su predecesor.

   Intervino decididamente en defensa de Theutberga, esposa de Lotario II, que la había abandonado para casarse con su concubina, Waldrada. Nicolás anuló las decisiones de los sínodos germánicos que habían aprobado la actitud de Lotario. Luis el Germánico ofendió al Papa en el Vaticano para obligarlo a reconocer la validez del casamiento de Lotario, pero todo fue en vano.

   La actitud del Papa fue modelo de virtud y de independencia ante los grandes de la tierra que despreciaban los principios morales, imponiéndolos en cambio a los débiles. El papado se transformaba de esta manera en una guía moral para los pueblos, y el Papa aparecía como un árbitro no sólo de la Iglesia, sino también de la sociedad. Debido a su intransigencia, los grandes historiadores coinciden en hacer de Nicolás I el Papa que inagugura la era medieval.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)