SAN NICODEMO
Siglo I d.C.
31 de agosto

 

   Nicodemo fariseo y doctor en Israel, que por la noche fue a buscar a Jesús, en Jerusalén, después de cenar y estuvieron hablando hasta hora avanzada. (Jn 3, 1-21) “Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él”.

   Con motivo de las fiestas de los tabernáculos, los sumos sacerdotes y los fariseos ordenaron prender a Jesús, pero Nicodemo les dijo que la ley de Moisés prohibía condenar a un hombre sin escucharlo y sin conocer lo que hacía (Jn 7, 51). Compartió con José de Arimatea el privilegio de enterrar a Jesús, y aportó para el sepelio unas cien libras de mirra y áloe (Jn 19, 39).

   Algunos tratados talmúdicos hablan de él: nos relatan que era galileo de origen, acomodado, generoso y piadoso ciudadano de Jerusalén quien, en una fiesta con gran afluencia de peregrinos, ante la falta de agua se las ingenió para abastecer a todos, con un desenlace milagroso. Fue uno de los tres ciudadanos más ricos que se ofreció a avituallar Jerusalén asediada y hambrienta. La caída de la ciudad en el año 70, arruinó por completo su fortuna, hasta el punto que se vio a su hija hurgar entre el estiercol de los caballos buscando granos de cebada.
   En la literatura apócrifa de las “Memorias y el Evangelio Árabe Apócrifo”, se dice que fue consejero de Pilato, y que abogó ante él para salvar a Jesús. También se constituyó en mensajero y discípulo de Jesús, para la conversión del pueblo de Israel. La leyenda le hizo mártir en Jerusalén junto con san Esteban “Protomártir”, porque parece que un 3 de Agosto encontraron su cuerpo, junto con el de santos Gamaliel y Abibas.

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(Parroquia San Martín de Porres)