SAN NICÉFORO DE
CONSTANTINOPLA
2 de junio
829 d.C.
Nació en Constantinopla en el seno de una familia estrictamente
ortodoxa, que sufrió por los iconoclastas. Entró al
servicio del Imperio, y se convirtió en secretario del gabinete,
y bajo la emperatriz Irene, tomó parte del sínodo del 787
como comisionado imperial. Después se retiró a un
claustro fundado por él en Propontis, hasta que fue nombrado en
otro puesto.
Luego de la muerte de san Tarasio, patriarca de
Constantinopla, aún siendo laico, fue elegido patriarca por
deseo del emperador (en la Pascua, el 12 de abril del 806). Esta
elección poco canónica encontró oposición
en la parte estrictamente clerical, oposición que se
intensificó hasta romper completamente con Nicéforo, que
en cualquier caso era un moralista muy estricto, pero que estuvo de
acuerdo con el emperador en restituir al excomulgado sacerdote
José. Le atrajeron la hostilidad de los monjes de Studion y de
su abad san Teodoro “Estudita”.
Luego de disputas teológicas sin sentido, en
diciembre del 814, vinieron los insultos personales. Nicéforo al
inicio pedía su destitución por excomunión, pero
fue forzado a mantenerse a la fuerza, y exiliado a uno de los
monasterios fundados por él, Tou Agathou, y después
llamado Tou hagiou Theodorou. De ahí comenzó una
polémica literaria por la causa de los iconos contra el
sínodo del 815; gracias al cambio de soberanos en el 820, por
fin se le prometió tolerancia.
Murió en el monasterio Tou Agathou, reverenciado
como confesor. Sus restos fueron llevados solemnemente a Constantinopla
por el Patriarca san Metodio I de Constantinopla el 13 de marzo del
874, y depositados en la iglesia de los Santos Apóstoles, donde
anualmente fueron objeto de devoción imperial.
Comparado con san Teodoro “Estudita”, Nicéforo
parece amigo de la conciliación, conocedor de
patrísticas, más inclinado a tomar la defensiva que la
ofensiva, y poseedor de un estilo simple y comparativamente casto. Era
sencillo en sus reglas eclesiásticas y monásticas y no
era partidario en su tratamiento histórico del periodo 610 a 769
("Historia syntomos, breviarium").
Sus tablas de historia universal ("Chronographikon
syntomon"), en pasajes extendidos y continuados, estaban en gran favor
de los Bizantinos, y circularon también por Occidente en la
versión Latina de Anastasio. La
"Cronografía" ofrecía una historia universal desde
la época de Adán y Eva hasta su propio tiempo. Al final
le anexó un catálogo del cannon (que no incluía
elApocalipsis de Juan). El catálogo de libros aceptados
para el Antiguo y Nuevo Testamentos es seguido de un antilegomena (que
inlcuía al Apocalipsis y los apócrifos). Junto
a cada libro se cuentan sus líneas, la estichometría, a
la cual se pueden comparar los textos actualmente aceptados y juzgar
qué tanto fue agregado u omitido. Esto es especialmente
útil para los apócrifos para los cuales sólo
sobrevivieron fragmentos de textos.
Las principales obras de Nicéforo son tres escritos
que se refieren al iconoclasmo: "Apologeticus minor", probablemente
compuesto antes del 814, una obra explicativa para laicos sobre la
tradición y la primer fase del movimiento iconoclasta.
"Apologeticus major", con tres "Antirrhetici contra Mamonas-Constantino
Coprónimo", un completo dogmatismo sobre la creencia en las
imágenes, con una exhaustiva discusión y
refutación de las objeciones hechas en oposición a sus
obras, así como aquellas hechas de los trabajos de los Padres.
La tercera de sus mayores obras es una refutación del
sínodo iconoclástico del 815.
Nicéforo sigue el camino de san Juan Damasceno. Su
mérito es la firmeza con que traza sus pruebas literarias y
tradicionales, y sus refutaciones detalladas sirven por el conocimiento
que aportan de textos importantes aducidos por sus oponentes y en parte
tomados de la literatura de la iglesia antigua.