SAN METODIO "EL
CONFESOR"
14 de junio
847 d.C.
Nació en Siracusa en el seno de una familia acomodada;
recibió una esmerada educación en su ciudad natal, y
más tarde se trasladó a Constantinopla para iniciar su
carrera. Parece que el encuentro que tuvo con san Eutimio de Sardes
(del que Metodio escribió su "Vita") le hizo descubrir su
vocación monástica. Ingresó como monje en el
monasterio de Chenolaccco en Bitinia, donde pudo perfeccionar su
cultura religiosa y espiritual, y donde llegó a ser
hegúmeno. Colaboró con el patriarca san Nicéforo
I, defensor de la imágenes, cuando el emperador León V el
Armenio comenzó la persecución iconoclasta y tuvo que
huir a Roma. Permaneció en estrecho contacto con los perseguidos
en Constantinopla, en particular con san Teodoro Estudita, mientras
tanto en Roma, ante el papa san Pascual I abogó por los
defensores de las imágenes. Fue ordenado sacerdote en Roma,
después de haber resistido a fuertes insidias por su castidad.
En el 821 regresó a Constantinopla para entregar al
nuevo emperador Miguel II, un documento del Papa en favor de la
libertad del culto a las imágenes y conseguir que san
Nicéforo fuera reintegrado en su cargo como patriarca. El
emperador se negó y después de flagelar a Metodio lo
encarceló en compañía de criminales comunes.
Parece que estuvo encarcelado en los años 829 al 838. Primero
estuvo en un calabozo con san Eutimio en una isla de San Andrés
y después en una tumba en Antigoni, en el archipiélago de
los Príncipes. Durante el reinado del emperador Teófilo
gozó de un período de libertad vigilada.
A la muerte de este emperador en 842, Metodio
recuperó su libertad, y se retiró al convento de los
Eligmoi. En el 843, la emperatriz Santa Teodora le convenció
para que aceptara el cargo de patriarca de Constantinopla, y en este
cargo restableció la verdadera fe, después de 30
años de dominio de los iconoclastas. Metodio tuvo un
comportamiento conciliador; en su discurso de entronización
pidió perdonar a los vencidos. Decidió sustituir a todos
los obispos y abades iconoclastas y esto le supuso muchas dificultades,
y tuvo que soportar la calumnia de una mujer, instigada por el
sustituido patriarca Juan, que Metodio había mantenido
relaciones carnales con ella; también los monjes estuditas le
exigieron mayor rigor con los iconoclastas. En el 844 hizo trasladar
los restos de san Teodoro Estudita a Constantinopla y se vio obligado a
anatemizar sus escritos, provocando una violenta reacción de los
monjes estuditas y un grave cisma. Pero, como se deduce de su
testamento, se arrepintió de ello. Aquejado de una grave
enfermedad murió en Constantinopla y fue sepultado en la iglesia
de los Santos Apóstoles. De Metodio nos han llegado varios
escritos de carácter hagiográfico y numerosos himnos; fue
también un reputado copista de manuscritos.