SAN MEINRADO DE EINSIEDELN
21 de enero
861 d.C.



   Pertenecía a la familia Hohenzollern, aunque nació en Suiza. Fue criado en la abadía de Reichenau, y en el 822, se hizo monje benedictino. Se dedicó a la enseñanza en los alrededores del Lago de Zurich. Soñando con una vida de soledad, hacia el 829 sus superiores aceptaron que pasara a la vida eremítica, y se estableciera en el monte Etzel, junto al lago Zurich en Suiza. Se volvió enseguida famoso por la santidad y austeridad que distinguían su vida. Como comenzaron a acercarse numerosos visitantes, Meinrado prefirió trasladarse a un sitio todavía más solitario, en las cercanías de Einsiedeln, donde permaneció veinticinco años, hasta su muerte. Fue ordenado presbítero en el 861. Algún historiador afirma que fue nombrado abad de Reichenau.

   Dos ladrones, convencidos de que el santo eremita escondía un tesoro en su habitáculo, fueron a buscarlo haciéndose pasar por peregrinos. Fueron acogidos con cortesía, pero como no encontraron el tesoro, apalearon al santo hasta la muerte, para darse luego a la fuga. La leyenda afirma que los dos malhechores fueron seguidos por dos cuervos hasta Zurich, donde, graznando, alertaron a las autoridades. Fueron entonces capturados y quemados en la hoguera. Los restos mortales del santo fueron recuperados y trasladados a Reichenau para recibir solemne sepultura.

   Aunque no murió por la fe, recibió popularmente culto de mártir, tal como era común en siglos pasados. En el Martirologio Romano actual no está inscripto como mártir. Su vida, celda y milagros dieron origen al monasterio de Einsiedeln.

Página Principal
(Pbro. José Manuel Silva Moreno
)