SAN MATERNO DE
MILÁN
18 de julio
307 d.C.
Ocupa la
VIIª posición como obispo de Milán, sucesor
inmediato de Mirocles. Le obligaron a ser obispo de Milán en el
295, por aclamación popular. Participó en los concilios
de Roma del 313 y de Arles del 314. Erróneamente las antiguas Actas lo
anteponen a Mirocles, situando su episcopado durante la
persecución de Diocleciano y relacionándolo directamente
con los mártires Nabor y Félix (de los que sólo
trasladó sus cuerpos) Víctor, Fidel, Carpóforo y
Alejandro.