SAN MATEO CORREA
MAGALLANES
6 de febrero
1927 d.C.
Nació en Tepechitlán en Zacatecas. Ingresó en el
seminario de Zacatecas y se le concedió estancia gratuita por la
pobreza de su familia. Fue ordenado sacerdote en 1893. Desde su
ordenación hasta 1898, fue capellán en diversas
haciendas, luego fue párroco de Concepción del Oro, donde
impartió la primera comunión al futuro jesuita el beato
Miguel Agustín Pro. En 1905, fue párroco de
Colotlán, de donde, en 1910, tuvo que huir a León
(Méjico) a causa de la revolución maderista, volviendo,
en 1914, a su destino. Luego fue trasladado a Noria de los
Ángeles, donde pese a las dificultades ejerció su
ministerio, y en 1917, fue a la parroquia de Huejúcar, y en
1920, a Colotlán como párroco y vicerrector del
seminario. En 1926, fue nombrado párroco de Valparaíso
(Zacatecas), al día siguiente fue detenido por el general
Eulogio Ortiz. Pero una rebelión del pueblo en contra de su
detención, hizo que se le dejara en libertad.
Cumplió fielmente las obligaciones de su sacerdocio:
evangelizar, servir y obedecer. Fue perseguido continuamente y hecho
prisionero varias veces, la última cuando iba a auxiliar a una
persona enferma. Lo detuvieron algunos días en Fresnillo, y fue
llevado después a Durango. Escribió a sus hermanas:
"Tiempo ya es de padecer por Cristo Jesús que murió por
nosotros". Allí le pidió el general Eulogio Ortiz, que
confesara a unos presos y después le exigió que revelara
lo que había sabido en confesión, de lo contrario lo
mataría. El padre Mateo se negó y por esta causa fue
fusilado en el campo, a las afueras de Durango, no sin antes lograr la
liberación del dueño de la hacienda que lo había
acogido. Sus restos reposan en la catedral de Durango. Fue
canonizado por san Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000.