649-655 d.C.
De
ascendencia toscana y antiguo Nuncio en Constantinopla, fue consagrado
sin que se esperara la confirmación imperial. Apenas elegido,
convocó el Concilio llamado de Letrán, en el que
condenó el monotelismo. Fue una de las primeras manifestaciones
de la independencia de Roma ante el cesarismo oriental. Poco
después, el 17 de junio de 563, el Papa fue raptado por los
soldados de Kaliopas, exarcas de Ravena, y llevado a la isla de Naxos,
desde donde fue trasladado a Constantinopla, y, por fin, al Quersoneso,
donde falleció, humillado e insultado. Sus restos fueron
llevados a Roma, donde, considerado como un verdadero mártir,
fue sepultado en la iglesia de San Martín.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)