SAN MARCIAL DE LIMOGES
30 de junio
250 d.C.
En la “Historia
Francorum” de san Martín de Tours se lee como Marcial fue
uno de los siete obispos enviados a evangelizar las Galias en el 250.
El fundó la diócesis de Limoges y fue su primer obispo.
Luego la leyenda le hace ser el niño que Jesús en el
Evangelio puso de ejemplo para entrar en el reino de los cielos.
También se dice que es uno de sus 72 discípulos y que
asistió a muchos episodios de la vida de Jesús.
En antiguas versiones del Martirologio
Romanodecía: “En Limoges en Aquitania, en Francia, san Marcial,
obispo, con dos presbíteros, llamados Alpiniano y
Austricliniano; cuya vida fue muy ilustre por sus milagros”. Alpiniano
y Austricliniano fueron dos sacerdotes orientales que colaboraron con
él y que le sucedieron sucesivamente en la diócesis.
Se dice que mientras viajaban a Limoges, san
Austricliniano murió, pero Marcial lo resucitó con su
bastón. Al llegar a Limoges fueron encarcelados y, una vez
liberados milagrosamente, fundó la catedral dedicada a San
Esteban. Se convirtió todo el pueblo de Limoges entre ellas la
matrona santa Susana y su hija santa Valeria, que hizo voto de
virginidad rechazando un ventajoso matrimonio con el duque de
Aquitania, que en venganza mandó decapitarla, pero luego
arrepentido ayudó a Marcial en la cristianización de
Aquitania. También se dice que fue primo de san Pedro, que lo
envió a las Galias. Sobre su vida se han entretejido muchas
leyendas, para hacer de Limoges, diócesis apostólica,
frente a otras diócesis de las Galias.
Se ha declarado que el papa Juan XIX autorizó que
se diera el título de «apóstol» a san
Marcial, pero en 1854, la Congregación de Ritos se negó a
ratificar esa denominación y decidió que, en la misa, en
las letanías y los oficios se venerase a san Marcial como obispo
y confesor. Sin embargo, en el mismo año, el obispo de Limoges
reiteró la solicitud del título al Papa Pío IX y
obtuvo una respuesta favorable, para que, en la diócesis, san
Marcial fuese honrado con los usos y precedencias de un apóstol.