SAN MAJENCIO DE
POITIERS
26 de junio
515 d.C.
Nació en Agde (Francia) y se llamaba Adjutor; fue educado por
san Severo en el monasterio que regentaba, y según se cuenta,
era tanta su virtud que para huir de las alabanzas se alejó
calladamente de Agde y permaneció oculto durante dos
años, pero cuando regresó, su vuelta se vio inmersa en
prodigios y esto le obligó a abandonar definitivamente su nativa
Narbona y romper todos los lazos con su pasado. Tras un breve
período errante, llegó a Poitou, donde entró en un
monasterio de Poitou-Charentes (Saint-Maixent) en el valle de Vauclair,
gobernada por el abad Agapito y, a fin de borrar su pasado, se
cambió el nombre de Adjutor por el de Majencio.
Sus virtudes y ascesis se hicieron patentes, así
como sus dones taumatúrgicos, por lo cual fue elegido abad del
monasterio. Fue muy estimado por el rey Clodoveo I y del pueblo de la
región a los que protegió de los bárbaros
invasores. Para seguir el ejemplo de su antecesor, el abad Agapito, san
Majencio renunció a su puesto cuando sintió que se
aproximaba su muerte y se encerró en una celda, construida a
corta distancia del monasterio; ahí murió a la edad de
setenta años.