SAN LORENZO DE BRINDISI
21 de julio
1619 d.C.
Natural de Brindisi. Se llamaba Giulio Cesare de Rossi. Se crió
en Venecia donde estudió en la universidad de San Marcos; fue
postulante de los frailes menores conventuales. A los 16 años se
hizo capuchino en Verona adoptando el nombre de Lorenzo. Estudió
en la universidad de Padua (bastión de averroísmo), donde
adquirió un profundo saber bíblico y aprendió
varios idiomas (francés, alemán, griego, siríaco,
bohemio, español, latín, caldeo y hebreo, además
del italiano que era su lengua materna) y después en Venecia.
Tenía una extraordinaria memoria que supo aprovecharla al
máximo; se dice que se aprendió la Biblia de memoria.
Tras su
ordenación sacerdotal, se destacó como predicador,
dedicándose especialmente a la conversión de
judíos, ya sea en Venecia como en Roma. Por sus dotes, fue
designado provincial de Toscana (1590), Venecia (1594-1597), Suiza
(1598) y Génova; luego definidor general (1596), comisario
general en el Tiról y Baviera, y por fin superior General
(1602-1605) de los capuchinos. No tardó en desempeñar
numerosas misiones evangélicas, políticas y
diplomáticas en Bohemia, Austria (donde fundó los
conventos de Viena, Praga y Gratz, distinguiéndose por su labor
con los luteranos, de los que logró muchas conversiones).
Contribuyó a las victorias contra los invasores turcos en
Hungría, con su solo crucifijo y su amor a María en la
batalla de Albareale, Hungría, en 1601. Fue nombrado
capellán del ejército del archiduque Matías, que
combatía contra los otomanos. Lorenzo, que había
conseguido tanto éxitos en todos los campos, se mantuvo siempre
humilde y sencillo. Permaneció siempre fiel a la oración
y a la austeridad franciscana. También viajó a
España, y obtuvo la amistad del rey Felipe III. Su visita a
Madrid facilitó la instauración de los capuchinos en la
capital. Durante tres años (1610-1613), residió en Munich
como representante de la Santa Sede.
En el capítulo
general de 1613, fue elegido por tercera vez definidor general, y fue
enviado como visitador a la provincia de Génova, donde fue
proclamado provincial. En 1616, volvió a Venecia y se
dedicó a la oración y el retiro. Tuvo una gran
devoción por María y la Eucaristía. Su retiro
duró poco y volvió a desempeñar misiones
diplomáticas para la Santa Sede, en el Piamonte, Milán,
Saboya y Nápoles. Murió en Lisboa cuando realizaba una de
sus múltiples misiones ante el rey Felipe III de España,
para que tratase más humanamente a sus súbditos del reino
de Nápoles. Además de su admirable predicación,
nos ha dejado multitud de obras editadas en quince volúmenes
sobre diversos temas. Se muestra un gran exegeta en su “Explanación
del Génesis”. Fue
canonizado en 1881 por SS León XIII, y en 1959 SS Juan XXIII lo
nombró "Doctor apostólicus" por sus obras
panegíricas, exegéticas y apologéticas.