SAN LIBENCIO DE
BREMEN-HAMBURGO
4 de enero
1013 d.C.
Nació en Suecia y (según algunas fuentes) fue obispo de
Hamburgo, profesando al mismo tiempo la regla benedictina de la
abadía catedral de la ciudad. Cuando el papa Benedicto V fue
depuesto y exiliado a Hamburgo, Libencio, fue su defensor, lo
siguió en el exilio.
Cuando murió el Papa, el arzobispo Adaldago
le confió el cuidado de los pobres y enfermos de Bremen, lo
nombró camarlengo y lo recomendó como su sucesor. En el
988, fue nombrado arzobispo de Bremen, con la confirmación y la
investidura del emperador Otón III. Durante su ministerio, fue
siempre admirado por su erudición, la vida ascética, la
humildad y la castidad. Se le venera como uno de los apóstoles
de los eslavos. Fue sepultado en la catedral de Bremen. La Orden
Benedictina lo festeja como beato.