SAN LEUCIO DE BRINDISI
11 de enero
181 d.C.
Primer
Obispo de Brindisi. No se sabe cuál es su origen, se piensa que
llegó desde Alejandría a la Puglia, donde fue ordenado
sacerdote y allí fundó la primera comunidad cristiana,
nombrado por ello obispo de la ciudad.
El “Breviario de
Capua”, nos relata, con fuentes no muy fiables, que ingresó
en la ciudad de Bríndisi en una comunidad religiosa, siguiendo
los pasos de su padre. Brindisi era en ese momento un activo puerto
romano en amplio contacto con la civilización griega, por lo que
la llegada de cristianos del oriente era de lo más habitual.
Allí se dirigió Leucio, y en las afueras de la ciudad, en
el anfiteatro, comenzó a predicar y bautizar. Sin embargo su
fama se consolidó con milagros, y en especial uno en el que, en
una de las típicas sequías de la región, la
invocación por el santo de la Virgen María, hizo
descender abundante agua, de tal modo que a partir de allí todos
tuvieron testimonio de que Dios estaba con él.
Sabemos a ciencia
cierta que innumerables fueron las conversiones de los paganos. Fue un
infatigable constructor de iglesias. Su culto está perfectamente
atestiguado en la región, con ruinas que se remontan al siglo
VI, así como con la inscripción en diversos
martirologios, entre ellos el llamado Jeronimiano,
de los más importantes. Lamentablemente, las "vidas" que se
conservan no aportan más datos que los mencionados del
leccionario local. Aunque en su imaginería aparece a veces como
mártir, no hay ninguna tradición que abone este extremo. San Gregorio Magno, nombra otro
san Leucio, obispo de Brindisi, que floreció al inicio del siglo
V.