SAN LEON IGNACIO MANGIN
20 de julio
1900 d.C.
En la
aldea de Zhoujiahe junto a la ciudad de Yingxian en la provincia de
Hebei en China, martirio de los Santos León Ignacio Mangin y
Pablo Denn, sacerdotes de la Compañía de Jesús,
que en la persecución de los bóxers, mientras animaban en
la iglesia a los fieles, fueron ejecutados delante del altar por los
enemigos que habían hecho irrupción en el lugar. Junto a
ellos murió santa María Zhou Wuzhi, que, queriendo
proteger con su propio cuerpo a San León ministro de la
celebración, cayó herida de muerte.
León Ignacio
nació en Verny, Moselle, Francia en 1857. Hijo de un juez de
paz. Estudió en los colegios de Metz y Amiens de los jesuitas.
Ingresó a la Compañía de Jesús en 1875 al
Noviciado de Saint-Achevi-lez-Amiens en Somme. Terminó
Filosofía en Lovaina, Bélgica y fue destinado a las
misiones de la China, partiendo en 1882.
Tchou-Kia-Ho se convirtió muy pronto en un
asilo para 3.000 cristianos. El padre Mangín sabía que el
norte de su distrito ya había sido atacado, pero no imaginaba
que su ciudad no tardaría en serlo también. Los boxers
aparecieron el 14 de julio, pero se los hizo retroceder. Los ataques
que emprendieron durante los tres días siguientes, resultaron en
otras tantas derrotas para ellos. Pero el 20 de julio, regresaron
apoyados por las tropas regulares y, hacia las siete de la
mañana, vencieron la defensa y entraron en la ciudad, en donde
mataron a todos los transeúntes que encontraron al paso.
Más de mil personas se habían refugiado en la iglesia; el
padre Mangín y el padre Denn se colocaron ante el altar para dar
valor y reconfortar a sus ovejas aterrorizadas. Los boxers llegaron,
abrieron a empellones la puerta de la iglesia, pero no entraron, sino
que, desde fuera vociferaron: «A todos los que salgan se les
perdonará la vida». El padre Mangín, que no
quería ver a su grey dispersada, alzó el crucifijo y
habló a sus fieles: «Quedémonos aquí»,
les dijo, «¿qué importa si es ahora o
después? Tarde o temprano nos veremos todos en el cielo».
El padre Denn avanzó entre los fieles mientras recitaba el
Confiteor y después el acto de contrición. El padre
Mangín dio a todos la absolución general. Los boxers
impacientes por la tardanza, comenzaron a hacer disparos al aire.
Después abrieron el fuego contra los cristianos que se hallaban
en el interior de la iglesia.
Terminó de estudiar teología en
Zhangjiaz, tras lo cual pasó al distrito de Gucheng como
misionero y además se encargó allí de un
pequeño colegio con 30 internos. Habiendo hecho su tercera
probación en 1890, se le nombró administrador del area de
Hejianfu, que constaba de 240 parroquias y 200.000 cristianos.
Posteriormente, reconstruyó la residencia de Zhenzhao en 1895 y
a fines de 1897 se le encargó la Misión de Jingzhou,
donde bautizó 2.000 almas hasta 1899.