SAN LAUREANO
4 de julio
544 d.C.
Natural de
Hungría, nació en el seno de una familia pagana. Cuando
contaba 20 años se fue a Milán con un pariente
catequista, para instruirse en el ambiente cristiano. En la ciudad
ambrosiana, recibió el bautismo. Se entregó a la
oración y a la caridad; y a los 25 años fue ordenado
diácono. No se conocen los motivos, pero se marchó a
Sevilla donde le nombraron arcediano de la catedral. Cuando
murió el obispo (520) la sede quedó vacante durante dos
años, al cabo de los cuales le eligieron para ocupar la sede
sevillana.
En comunión con el Papa trabajó para
defender a sus fieles frente a la herejía arriana. Marchó
a Roma para solicitar ayuda del Pontífice en su lucha contra la
herejía, su viaje por mar, fue una odisea llena de dificultades.
A su regreso por tierra, visitó la tumba de san Martín de
Tours. Cerca de Bourges, en Vatán, cayó prisionero de los
soldados arrianos del rey Totila que lo decapitaron. Sobre su historia
existen serias dudas. Está sepultado en la catedral de Bourges.