SAN LAUNOMARO
19 de enero
593 d.C.
En su
niñez fue pastor en Chartres, su ciudad natal; parece que en su
primera juventud empezó a gustar de la vida ascética, por
lo que, cuando salía a la tarea en el campo, repartía el
almuerzo del día entre los peregrinos que iba encontrando.
Fue formado en las
letras en Chartres, y deseando una vida completamente retirada, se
marchó a la abadía de Micy, cerca de Orleas, habitada por
piadosos eremitas. Pasó allí doce años y
regresó a Chartres, donde recibe las órdenes sagradas y
fue incorporado al capítulo catedralicio, cumpliendo allí
la función de ecónomo.
Después,
deseando mayor soledad, fue ermitaño en el bosque de Perche al
que se unieron muchos discípulos para los cuales fundó el
monasterio de Corbion en la diócesis de Chartres del que fue
abad. Vivió 100 años y murió en el monasterio por
él fundado que más tarde se llamaría Moutier Saint
Laumer. Tuvo el don de profecía y de hacer milagros.
Fue enterrado en Chartres, en la iglesia de Saint-Martin-du-Val, sin
embargo, ya en el 595 hubo un primer traslado, a la abadía
fundada por él. Pero en el 874, por las invasiones normandas,
los monjes buscaron refugio en Blois, y llevaron con ellos las
reliquias de su santo fundador. Estas reliquias consiguieron atravesar
las profanaciones de los hugonotes del siglo XVI, pero desaparecieron
en 1793, con la Revolución. La historia benedictina reivindica a
Laudomaro como uno de los suyos. Tiene culto local.