SAN JUSTINO ORONA
MADRIGAL
1 de julio
1928 d.C.
Nació en Atoyac
(Jalisco), en el seno de una familia muy pobre. Sintió la
vocación sacerdotal, pero tuvo muchos problemas porque su
familia contaba con sus ingresos económicos. Ingresó, por
fin en el seminario de Guadalajara a los 17 años. Fue ordenado
sacerdote en 1904. Fue vicario de Lagos Moreno y San Pedro Analco,
pasando luego como auxiliar en la Curia episcopal. Párroco de
Poncitlán (1912), Encarnación y Cuquío (Jalisco)
(1916). Fue sacerdote durante 12 años, en los que dio ejemplo y
donde ejerció su apostolado en un medio muy difícil por
el anticlericalismo reinante, sobre todo por el gobierno y la
indiferencia religiosa.
Colaboró como cofundador de la Congregación de las
Hermanas Clarisas del Sagrado Corazón. Su vida estuvo marcada
con la cruz, pero siempre se conservó amable y generoso. En
cierta ocasión escribió: "Los que siguen el camino del
dolor con fidelidad, pueden subir al cielo con seguridad". Cuando
arreció la persecución permaneció entre sus
fieles, aunque le aconsejaran que huyera, pero él les
respondía “Yo, entre los míos, vivo o muerto”.
El
día 28 de junio de 1928, llegó al rancho “Las Cruces” de
la familia Jiménez Loza, acompañado de su hermano Jose
María y Toribio Ayala (que fue ahorcado por proteger a sus
párrocos). El padre Atiliano Cruz, su coadjutor, llegó el
día 29. Allí estuvieron planificando la pastoral
parroquial, durante dos días. En la madrugada del día 1
de Julio, cuando estaban acostados se presentó en el rancho un
pelotón de soldados que acribillaron a balazos al padre Justino,
junto con su hermano Jose María. El padre Atiliano al ver tanta
sangre y asustado, se puso de rodillas y dispararon contra él.
Su cuerpo estaba agonizante, lo tiraron a un patio, junto al padre
Justino y su hermano, después de mofarse y burlarse de los
cadáveres, que fueron llevados a Cuquío y arrojados a la
plaza principal. El padre Atiliano, tenía el cráneo
desecho por las balas expansivas.