SAN JULIO DE DUROSTOTO
27 de mayo
302 d.C.

Vivió en Mesia (Hungría) y participó como soldado
en las batallas de Galerio contra los persas. Mártir en
Durostoro, durante la persecución de Diocleciano. Sus palabras
ante el prefecto Máximo fueron según sus Actas: "He
servido en el ejército por 26 años, y no he sido llevado
al juez por deshonesto o litigante. Siete veces he estado en la guerra,
y no me he quedado detrás de nadie, como no me he demostrado
inferior a ninguno en la batalla. El capitán no me ha
sorprendido en ningún error: ¿y ahora tu piensas que yo,
después de haber sido fiel en cosas de poca importancia, pueda
demostrarme infiel en estas más altas?. ... Soy un veterano.
Temiendo a Dios, que ha creado el cielo y la tierra, le he adorado
siempre, y ahora demuestro mi sumisión a él. Soy
cristiano y no puedo decirme algo distinto de aquello que soy. No
ignoro los edictos que ordenan de sacrificar a los dioses, pero soy
cristiano, y puedo hacer aquello que de mí se quiere. Por esto
te pido, justo presidente, de hacer aquello que piensas, para la
seguridad de tus reyes, y de emitir una sentencia en contra mía,
de esta manera mis deseos se cumplirán. Si he merecido el
sufrimiento que me espera, tendré una gloria eterna en el
Cielo." Contemporáneamente a él fueron martirizados otros
soldados de su legión.