SAN JUAN SOUTHWORTH
28 de junio
1654 d.C.
Nació en Samlesbury, Lancashire. Pertenecía a una ilustre
y rica familia que pese a todas las persecuciones se mantuvo fiel al
catolicismo y se quedaron en la pobreza por las fuertes multas que les
impusieron por ser católicos. A veces Juan usó el
apellido materno de Lee.
Estudió en Douai y en el 1618 fue ordenado
sacerdote; optó por la vida monástica benedictina, pero
no cuajó en ella y volvió a su condición de
sacerdote diocesano. En 1619 fue enviado a la misión inglesa
donde trabajó hasta 1624 que se marchó a Bruselas, donde
fue confesor de unas monjas benedictinas inglesas.
Subió al poder inglés el rey Carlos I y Juan
regresó de nuevo a su patria hasta que en 1627 fue detenido,
procesado y condenado a muerte. Como el rey estaba casado con una
princesa católica no se podía ejecutar a ningún
sacerdote católico, Juan permaneció en el castillo de
Lancaster en compañía del jesuita san Edmundo Arrowsmith.
Declinaba el poder real, cuando el jesuita fue ejecutado y
recibió la absolución de Juan. Todavía estuvo en
prisión tres años más, parte de ellos en la Torre
de Londres, hasta que el embajador francés obtuvo que se
desterraran a los sacerdotes católicos condenados y presos.
A los pocos meses de ir a Francia volvió a
Inglaterra y se distinguió particularmente en el servicio a los
enfermos de peste en la epidemia de 1636, que fue acompañado por
el jesuita san Enrique Morse. Los pastores anglicanos se quejaron de la
actividad de los sacerdotes católicos aprovechándose de
la miseria de la gente, ayudándoles económicamente. Fue
detenido, pero logró hacer creer que su misión era
exclusivamente caritativa y fue liberado. Poco tiempo después
fue apresado por el cazarecompensas, Francisco Newton, que le tuvo en
una prisión privada durante varios meses hasta que lo
entregó al gobierno en 1637. Pagado su rescate, Juan
volvió a la calle y a su trabajo apostólico. Pasados
otros tres años fue nuevamente encarcelado por dos veces, siendo
liberado por orden del secretario de Estado Windebank, que luego se
haría católico. Trabajó en libertad 14
años.
En 1654 volvió a ser detenido, cuando en Inglaterra
mandaba el dictador Cromwell. Fue juzgado en Old Bailey por traidor al
declararse sacerdote católico. Los embajadores de Francia y
Portugal acudieron al Lord Protector que pareció propicio a la
conmutación de pena, pero el Consejo se negó. Antes de
ser ejecutado en Londres, se le permitió hablar a la enorme
muchedumbre que se había congregado, negó su
traición y confesó su fe católica y
adhesión al Papa, y terminó con una oración: “Este
patíbulo es mi cruz y lo recibirá con gozo, mi fe se
considera un crimen, he cumplido con mi obligación, por eso soy
condenado”. Fue ahorcado y descuartizado. Uno de los asistentes al
martirio, William Carles, se convirtió y fue ordenado jesuita en
Roma. El embajador español, compró sus restos y los
mandó al colegio inglés de Duai, hoy se encuentran en la
catedral de Westminster. Fue canonizado por el beato Pablo VI el
25 de octubre de 1970.