SAN JUAN PEDRO NÉEL
18 de febrero
1862 d.C.
En la ciudad de Guizhou en China, santos mártires
Juan Pedro Néel, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Extranjeras
de París, que, acusado de predicar la fe, fue atado a la cola de un
caballo y arrastrado en una violenta carrera, golpeado con todo género
de insultos y suplicios, murió al final decapitado. Con él
sufrieron el suplicio también los santos mártires Martín
Wu Xuesheng, catequista, Juan Zhang Tianshen, neófito, y Juan Chen
Xianheng.
Juan Pedro Néel (1832-1862). Era natural de Sainte Catherine-sur-Rivière,
Lyon. Desde muy joven quiso ser sacerdote; ingresó primero en el seminario
de Montbrisson, donde estudió humanidades, pasando luego al seminario
de Largnetière, aquí maduró su vocación misionera
y en 1855, dejó el seminario y pasó al de la Sociedad de Misiones
Extranjeras de París, donde fue ordenado en 1858.
Fue destinado a China, el viaje duró siete meses. Al
llegar se dedicó primero a aprender la lengua y las costumbres chinas
y luego se le confió la dirección de la comunidad cristiana
de Kia-cha-long. Cuatro años duró su ministerio. Capturado
en casa de un cristiano al que había bautizado; fue atado por los
cabellos a la cola de un caballo y arrastrado hasta la población de
Kay-Tcheu, donde residía el mandarín. Éste no hizo caso
a su condición de ciudadano francés. Mandó que fuera
desnudado y lo ataron, de nuevo, a la cola de un caballo, que lo arrastró
en medio de la burla de la gente, finalmente decapitado a las afueras del
pueblo. En el momento de su decapitación un globo luminoso se posó
sobre el mártir, causando gran estupor a los presentes. Así
quiso el Señor premiar su generosidad.