SAN JUAN DE SAHAGUN
11 de junio
1479 d.C.
Nació
en Sahagún de Campos (León), llamado Juan González de
Castrillo y Martínez, en el seno de una familia acomodada. Se educó
en los benedictinos de su ciudad natal. Su padre hubiera querido que fuera
militar, pero no se opuso cuando su hijo le manifestó su deseo de
ser sacerdote. Con el fin de que con las rentas costeara sus estudios, los
monjes le buscaron un beneficio en Cordonillos. Este beneficio requería
atención pastoral a los fieles, cosa que no podía hacer Juan
por su edad. Pero así eran las estructuras de entonces. Juan sintió
escrúpulos de estar cobrando rentas de un beneficio que no podía
servir y renunció a él, sin poder pagar sus estudios.
Un tío suyo, canónigo de Burgos, hizo que el obispo de la ciudad,
Alonso de Cartagena, llamase al joven y lo hizo uno de sus mayordomos del
palacio episcopal, y cuando, Juan tenía 23 años, fue ordenado
sacerdote; fue elegido canónigo de la catedral y capellán del
arzobispo de Burgos, al mismo tiempo que los monjes de Sahagún le
procuraron otros beneficios, como el de Tañebuis.
Renunció a todos sus cargos y prosiguió sus estudios,
llegando hasta Santa Gadea de Burgos como simple párroco hasta la
muerte del obispo Cartagena, que tanto le apreciaba. Murieron sus padres
y renunció a su herencia a favor de sus hermanas, pues quería
ser un sacerdote pobre, sin otra ocupación que su ministerio.
Marchó a Salamanca donde estudió en el colegio
de San Bartolomé donde se matriculó en cánones en 1457,
que compaginó como capellán en la iglesia de San Bartolomé.
Una vez terminada su formación, distribuyó sus bienes entre
los pobres. Se entregó de lleno a la predicación. Sus sermones
produjeron grandes cambios en la vida social de la ciudad. La ciudad de Salamanca,
por medio de su cabildo secular, lo eligió por predicador (1460),
entendiendo su valentía en denunciar las banderías que dividían
la población y su leal denuncia de la inmoralidad. Fue uno de los
más grandes oradores sagrados de su tiempo y con el más alto
don de oración, especialmente en la misa. Sus celebraciones eucarísticas
eran larguísimas y nadie quería ser su monaguillo, porque en
la Sagrada Forma se le aparecía Cristo y dialogaba con Él,
olvidándose de los fieles.
Sin saberse la causa, le sobrevino una rara enfermedad (cólico
nefrítico) de la que curó milagrosamente; esta fue la gracia
definitiva; lo cuenta él mismo: "Lo que pasó aquella noche
entre Dios y mi alma Él sólo lo sabe; y luego, a la mañana,
fuime a San Agustín, alumbrado por el Espíritu Santo y recibí
este hábito". Empezó, en 1463 su noviciado como agustino y ganaba
a todos en observancia, oración y vida mortificada. Predicó
en Salamanca y en sus alrededores y logró la pacificación de
la ciudad que se había divido en una lucha de banderías entre
las familias de los Monroy y Manzanos, Juan logró la pacificación
en 1476. La Casa y la plaza de la Concordia de Salamanca recuerdan para la
posteridad aquel hecho, y a raíz de aquello le llamaron “Pacificador
de los bandos”. Tenía una palabra libre, audaz y desnuda, con la cual
arremetió contra toda clase de vicios. Fue prior de su convento de
San Agustín de Salamanca. También desempeñó el
oficio de consejero de la provincia agustina de Castilla.
Tuvo dones taumatúrgicos y se recuerdan los milagros
del toro bravo que sembró el pánico en la ciudad y él
con la palabra: “tente, necio” consiguió apaciguarlo. También
consiguió salvar a un niño que había caído a
un pozo con la correa de su hábito. Un día, en Alba de Tormes,
le llamaron la atención por su forma de hablar, él contestó:
"conviene al predicador decir la verdad y morir por ella". Su palabra le
valieron muchos enemigos, (entre ellos el duque de Alba) de manera que parece
que murió envenenado en Salamanca por una mujer que había jurado
vengarse, cuando Juan convenció a su amante de que rompiese sus relaciones
con ella. Está enterrado en la catedral de Salamanca. Fue canonizado
por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690. Desde 1969 su culto se
ha limitado a los calendarios locales. En Salamanca su festividad se
celebra el 12 de junio. Patrón de Salamanca, Sahagún y
Cea.