SAN JUAN DE
REOMÉ
28 de enero
554 d.C.
Natural de Dijón, vivió como ermitaño en
Réomé, pero, cuando comenzó a formarse un grupo de
discípulos, huyó y se hizo monje en Lerins. Allí
aprendió las tradiciones de san Macario y, cuando fue llamado a
Réomé, dio a su monasterio una regla inspirada en la
espiritualidad de san Macario. Fue uno de los pioneros de la vida
monástica en Occidente. Fundó en el 450 cerca de Montbard
el primer monasterio benedictino de Borgoña, llamado: Moutier
Saint Jean del que fue abad y lo gobernó por muchos años
con gran fama de santidad y sus milagros le hicieron conocido.
Se cuenta que San Juan
se negó a conversar con su propia madre cuando ésta fue a
visitarle al monasterio. Sin embargo, para consolarla, permitió
que ella le viera a cierta distancia y le envió un mensaje,
animándola en la virtud y recordándole que sólo
volverían a estar juntos en el cielo. Murió a edad muy avanzada,
quizás más de cien años. Su tumba dio origen al
pueblo de Corsaint (Corpus Sancti), cerca de Sémur en
Auxois.