SAN JUAN DE ORTEGA
2 de junio
1163 d.C.
El antiguo Martirologio
Romano decía: “En la localidad de Ortega, en región
de Burgos, memoria de san Juan, presbítero, quien,
después de haber visitado los Santos Lugares de
Jerusalén, dedicó su vida a atender a los peregrinos que
se dirigían a Santiago de Compostela”.
Nació en Quintanaortuño, (Burgos), en el
seno de una familia acomodada. Fue discípulo de santo Domingo de
la Calzada con quien realizará una de las mayores empresas de la
Edad Media. Junto a su maestro intentó mejorar el paso de los
peregrinos, sirviéndose de sus conocimientos para la
construcción. Se dice de Juan que fue el arquitecto más
famoso de Castilla.
Fue ordenado presbítero y distribuyó sus
bienes entre los pobres, y peregrinó a Jerusalén.
Después de una estancia de un año, regresó a
España y se retiró a un lugar solitario llamado Ortega,
en los montes de Oca, en este lugar construyó una ermita
dedicada a San Nicolás, ya que atribuyó a este santo el
haberle librado de una tempestad durante su viaje a Palestina.
Fundó un monasterio que lleva su nombre. A su alrededor se
fueron reuniendo discípulos, y creó una comunidad que
puso bajo la regla de san Agustín. El papa Inocencio II dio su
aprobación, y acogió a esta comunidad bajo su
protección.
El rey Alfonso VI le ofreció su amistad y le
concedió grandes privilegios. Le confió el hospital
fundado en aquel lugar por la reina Urraca para los peregrinos, y junto
a sus canónigos regulares se dedicó con gran
atención a su cuidado. Se dice que cuanto él
construía de día, los malhechores lo deshacían y
robaban por la noche, pero él terminó sus obras. Con el
fin de facilitar el paso de los peregrinos, construyó dos
puentes: uno en Logroño y otro en Nájera. La
fundación de San Nicolás de Ortega recibió durante
la vida de Juan muchas donaciones del rey Alfonso y de su hijo Sancho.
En 1142, Alfonso VII le donó incondicionalmente el Realengo de
los montes de Oca. Juan se convirtió de esta forma en
señor de Ortega, cuyo nombre tomó. Su fama se
propagó por los reinos cristianos, y contribuyó a la paz
entre los reyes de Castilla, Aragón y Navarra.
dedicándose a las obras de caridad, murió en la paz del
Señor. Patrón de los aparejadores de España.