SAN JUAN DE BRITO
4 de febrero
1693 d.C.
Nació en Lisboa. Perdió pronto a su padre, gobernador del
Brasil. Se formó en la corte real portuguesa, como paje del
infante don Pedro. Al enfermar gravemente, su madre prometió a
san Francisco Javier que
su hijo llevaría durante un año en la corte la sotana de
jesuita. Juan no sólo sanó, sino que decidió
entrar en los jesuitas y ser como Javier, pero su frágil salud
no daba para tanto; sufría vómitos de sangre y era
manifiesto que no podía sujetarse a un régimen de vida
muy riguroso.
Su primer destino fue
ir a la India, y allí fue destinado a Ambalakatt, donde
aprendió el tamil, y con otros compañeros imprimieron el
primer diccionario en esta lengua. Adoptó su nombre de pila al
tamil: Arulanandam Arulanandaswami o simplemente Swami, Padre.
Después fue destinado junto al padre Freyre a Kolei, donde fue a
pie descalzo, se quitaron las sotanas y se pusieron el vestido de los
pandarasaswami (túnica de color azafrán, un cordón
a la cintura, un chal ligero sobre los hombros, turbante). En su nuevo
destino la parroquia se dividió en dos, y el fue destinado a
Tattuvancherry, que era un territorio extensísimo, que
recorrió a pie atendiendo a todos, y contando con la
aprobación del jefe del lugar, a pesar de la prohibición
de los brahamanes. Construyó una iglesia y convirtió a
2.350 indígenas. Luego fue trasladado a Kuttur, donde a pesar
que había una floreciente comunidad cristiana, tuvo la fuerte
oposición de los gobernadores, que intentaron matarle varias
veces. Era tan extensa la misión, que pidió ayuda, porque
no podía atender a todos, pero ni Propaganda Fide, ni los
propios jesuitas, le hicieron caso, y le nombraron rector de
Ambalakatt, cargo que no llegó a tomar posesión.
Comenzó la
persecución contra los cristianos, donde Brito sufrió
cárcel, y fue liberado, aunque luego se uniría a un grupo
de cristianos que se opusieron con una huelga a esta
persecución, y el rey tuvo que volverse atrás en la orden
de persecución. A pesar de todo fue nombrado superior de la
misión de Madura (India); tuvo a su cargo cinco extensos
territorios con 80.000 cristianos, 12 puestos de misión y
sólo 9 misioneros. Su evangelización fructifica millares
y millares de almas. Se hizo hindú con los hindúes,
vistiendo sus mismos trajes y haciendo su vida como si más que
un jesuita fuera un santos hindú -ingresó en la
casta de los brahamanes para así evangelizar mejor-.
Sufrió pronto un primer martirio; dos veces ofrece su cuello a
la espada en la cárcel; por fin fue dejado en libertad. Y
pasó a Marava en cuyas selvas trabajó incansablemente.
Allí volvió a ser martirizado (sumergida su cabeza en
agua largamente, una y otra vez); pero no se confirmó su
sentencia de muerte, aunque se le amenazó con ella si continuaba
predicando. Fue llamado por sus superiores a Portugal, donde
desembarcó en 1686. Fue recibido con gran clamor del publico, le
quisieron retener en Portugal, pero volvió a la India en 1690.
Su fruto todavía será mayor. Convirtió al
príncipe Thadaya Thevar pero una de sus esposas, el propio rey y
un influyente brahaman, por despecho, consiguieron que fuera
decapitado, aunque antes le habían ordenado que dejara el
país pero, Juan lo rechazó. Cuando llegó la
noticia a Lisboa su madre se vistió con su mejor traje y
sólo recibió felicitaciones porque era la madre de un
mártir. Fue canonizado el 22 de junio de 1947 por
Pío XII.