SAN JUAN BOSTE
24 de julio
1594 d.C.
Nació en Dufton (Westmoreland, Inglaterra); estudió en el
Queen's College de Oxford, donde adquirió el magisterio en
artes, y después fue ordenado pastor de la iglesia anglicana en
1572. Pero una crisis de conciencia le llevó al catolicismo, con
el que se reconcilió en 1576 y, en Reims fue ordenado sacerdote
en el 1581.
Vuelto a Inglaterra
trabajó en los condados septentrionales durante doce
años, obteniendo grandes frutos apostólicos de
conversión, y del regreso de muchos que por miedo a la muerte
había jurado la supremacía de la reina en la Iglesia. Fue
tan eficaz su labor que el hecho se trató en el consejo privado
de la reina que ordenó su captura como fuese.
Un católico
renegado llamado Francis Ecclesfield, fue quien le denunció de
hallarse en casa de William Claxton, donde fue detenido en 1595. Para
el juicio fue enviado a Londres y encerrado en la Torre, donde fue
torturado hasta 15 veces, quedando tan mal que sólo apoyado en
una caña podía andar. El juicio fue en Durham donde
confesó que era sacerdote católico pero negó que
fuese un traidor. Un ex pastor protestante que se había
convertido al catolicismo y al que la prisión le había
hecho dudar se sintió fortalecido en su fe. Ambos tuvieron como
compañero a san Juan Ingram. Los tres fueron sentenciados a
muerte, pero a Durham sólo fue llevado Juan Boste.
Subió al cadalso rezando el Ángelus;
le pusieron la cuerda al cuello y quiso hablar a los presentes, pero el
sheriff lo impidió. Entonces dijo: “Espero del Señor que,
si bien no quiero oír mis palabras en este mundo, mi muerte
diré a vuestros corazones lo que yo les había dicho”. Le
dijo que si podía rezar un salmo, y se le permitió y
dijo: “El Señor me libro de la muerte ¿De qué
muerte? De la muerte de la herejía que se difunde por este
país”. Lo atajó el sheriff alegando que aquello era un
comentario al salmo y no el salmo. Se le conminó para que
pidiese perdón a la reina. El negó haberla ofendido y
añadió que su muerte fuese en expiación de sus
propios pecados. El verdugo tiró entonces de la cuerda y por
unos momentos el mártir quedó suspendido hasta que el
verdugo cortó la cuerda. Cayó al suelo y recobró
el sentido y le dijo al verdugo: “Jesús te perdone”. Y
seguidamente se le abrió el pecho, se le sacó el
corazón y se siguió el descuartizamiento de su
cuerpo. Fue beatificado en 1929 y canonizado por SS. Pablo VI el
25 de octubre de 1970 entre los «Cuarenta Mártires de
Inglaterra y Gales».