SAN JOSÉ ORIOL
23 de marzo
1702 d.C.
Nació en Barcelona en el seno de una humilde familia. Su padre
murió cuando tenía unos meses, y su madre contrajo
matrimonio por segunda vez con un hombre que lo trató como un
auténtico padre. Sirvió a la Iglesia, primero como
acólito en la iglesia de Santa Maria del Mar de Barcelona; y
después de sus estudios universitarios, como sacerdote (1676) se
encardinó en la diócesis de Gerona porque en ella
había obtenido un beneficio.
Entró como
preceptor de los hijos del señor Tomás Garnien, sin que
por ello obtuviera ningún provecho propio, sino que vivió
austeramente, y destinó su sueldo a su anciana madre; al morir
su madre marchó en peregrinación a Roma, para visitar la
tumba de los apóstoles y pedir un beneficio que le ayudara a
vivir sin tener que pedir ayuda a nadie y así desarrollar mejor
su ministerio, allí estará tres meses y recibirá
la bendición del beato Inocencio XI que le concedió el
beneficio de Santa María del Pino (1687) en Barcelona durante
más de 40 años. Por sus austeridades había sido
llamado "el Doctor pan y agua". En la iglesia de Santa María del
Pino, había otros sacerdotes que formaban comunidad, él
eligió el cuarto más pobre, se lo hacía todo y fue
encargado de la enfermería.
Era un hombre
sencillo, sin relieve, pero estaba muy bien preparado. Era muy diestro
en la lengua hebrea. Fue doctor en Teología. Leía mucho a
san Juan de la Cruz. Su predicación no era muy elocuente, pero
el ejemplo de su vida convencía: seguía practicando
durísimas penitencias. Todo lo suyo era para los pobres y
enfermos. Cuando mayor era su fama taumatúrgica, intentó
marchar a Jerusalén en labor de evangelización. Se lo
impidieron. Su gran labor fue el confesionario, en el que se
mostró gran director de almas, pero la envidia estaba siempre
presente, y le acusaron ante el obispo de ser un rigorista y
posiblemente jansenista, y el prelado, sin informarse le quitó
la licencia de la confesión. José llevó con
paciencia este humillante castigo, pero no presentó queja alguna
ni se defendió, y entonces se dedicó a tender a los
pobres con el dinero de su bolsillo. Un nuevo obispo le eximio de la
penitencia.
Pero en 1689
volvió a emprender a pie viaje a Roma, para ponerse a
disposición de la obra de Propaganda Fide, con destino al
Japón, donde esperaba el martirio. Cayó enfermo en
Marsella, y tuvo que regresar a Barcelona. Comprendió que Dios
le quería en Barcelona. Y se dedicó a la atención
de los enfermos, y se corrió la voz que una bendición
suya provoca la curación. Su fama de taumaturgo se
extendía. Su enfermedad le hizo ver que los enfermos necesitaban
consuelo, y dedicó su apostolado a atenderlos.
Vivió y murió entre sus paisanos de forma humilde y
sencilla, desplegando una gran generosidad que le llevó a
pronunciar una de las frases más escandalosas de la historia de
la santidad: "Preferiría morir en los brazos de una mujer que
con una moneda en el bolsillo". Su generosidad era proverbial y
solamente pensar que pudiera tener algo para sí mismo le
hacía salir por las noches para dárselo a los pobres. En
1702, durmió en cama después de muchos años, ya
que estaba a punto de morirse; él no tenía lecho, y un
amigo le prestó la suya. Se le conoció como el
"Taumaturgo de Barcelona". Fue canonizado por San Pío X el
20 de mayo de 1909.