SAN JOSÉ NGUYEN
DUY KHANG
6 de diciembre
1861 d.C.
Nació en Macao, China, en el seno de una familia cristiana;
pasó su infancia en Tra-Vi, en la provincia de Nam-Dinh, en
Tonkin. Tenía ya estudios primarios, cuando en 1845,
entró como criado del sacerdote san Pablo Nguyen Ngan, a cuyo
lado continuó los estudios. Fue un chico alegre y
simpático, pero que cayó en el juego y la bebida. Con 25
años pasó a Dong-Xuyen, con objeto de estudiar
latín, y fue criado de san fray Jerónimo Hermosilla,
vicario apostólico, y a su lado dejó sus vicios.
Pasó luego al colegio de Mot para terminar el latín, y al
separarse del santo obispo, cayó de nuevo en sus antiguos
vicios, perdiendo sumas considerables en el juego que al tiempo de su
martirio todavía no había pagado. Tuvo una crisis
espiritual, y se convirtió totalmente, e ingresó como
Terciario Dominico, y volvió como catequista de fray
Jerónimo, al que ayudó en todas sus misiones, sin
importarle el peligro.
Vivieron en una barca, junto con otros dos obispos, santos fray
Valentín Berrio Ochoa y fray Pedro Almató. Un soldado
desertor, conoció el hecho, y pensando que con ello iba ser
perdonado, los denunció a las autoridades. Aunque Valentin y
Pedro pudieron huir, se apresó a Jerónimo, a pesar de la
lucha corporal que tuvo que enfrentar José, para salvar a su
obispo. San Jerónimo se ofreció voluntariamente rogando
que dejasen libre a los pescadores, cuando Jose vio que a él
también le excluían, insistió en correr la misma
suerte que su obispo, y fue arrestado. Llevados a Hai-Duong, los dos
presos se negaron a entrar por el camino que había un crucifijo
el el suelo para ser pisado. A José lo llevaron a la
cárcel de Truong-Kham, donde fue castigado con 120 latigazos y
después de ser torturado le decapitaron, sin que en
ningún momento apostatase.