SAN JOSÉ
MARÍA DIAZ SANJURJO
20 de julio
1857 d.C.
Nació en el lugarejo de Vigo de la parroquia de Santa Eulalia de
Suegos (Lugo), en el seno de una familia de labradores modestos.
Ingresó en el seminario de Lugo y después, del cierre
gubernamental del seminario, estudió en la Universidad de
Santiago de Compostela, donde realizó estudio de Teología
y Leyes. Durante su época de universitario, en 1842,
ingresó en los dominicos de Ocaña, donde tomó el
hábito e hizo la profesión. Fue ordenado sacerdote en
Cádiz en 1844, cuando fue destinado a las misiones de Filipinas.
Antes de partir tuvo que vencer la hostilidad de su padre a que fuera
sacerdote y misionero.
Fue destinado a las misiones del Extremo Oriente, y, como primer
destino, Manila. Completó sus estudios en la universidad de
Manila, donde ejerció como profesor un año en la
Universidad de Santo Tomás de esta ciudad. Llegó a
Vietnam en 1845, donde desarrolló su misión en la que
tanto había soñado, y obtuvo un gran fruto
apostólico. En 1849, fue nombrado obispo coadjutor de san
Jerónimo Hermosilla, obispo de Platea, y tres años
más tarde quedó al frente del vicariato central, donde
siguió con su excelente labor misionera.
No tardó en recrudecerse la persecución. En 1856 fue
encarcelado. Desde allí escribió: “Este pecador,
prisionero del Señor, saluda y se despide de todos hasta la
gloria. Este cepo y estas cadenas son regalados adornos llevados por
Jesús. Mi alma rebosa de alegría, esperando que mi sangre
se derrame, y, unida con la de nuestro Redentor que vertió en el
Calvario, purifique todas mis iniquidades”. Cargado de cadenas y una
pesada canga, de donde pendía un rosario, fue conducido al lugar
llamado de las “Siete Yugadas”, donde ya habían muerto cientos
de cristianos. Allí fue atado a una estaca, y fue decapitado. El
cadáver arrojado al río no pudo recuperarse. Sólo
se pudo rescatar la cabeza que fue llevada al convento de
Ocaña. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el Papa
Juan Pablo II junto con los 117 mártires de Vietnam.