SAN JOSÉ DE
LEONESA
4 de febrero
1612 d.C.
Nació en Leonessa, Rieti. A los 17 años ingresó en
los capuchinos, e hizo el noviciado en Asís; cambió su
nombre de Eufrasio Desiderio por el de José. Fue ordenado
presbítero y nombrado predicador.
Era humilde, obediente
y mortificado en grado heroico, y tres días a la semana no
tomaba otro sustento que pan y agua. Generalmente predicaba con un
crucifijo en la mano, y el fuego de sus palabras inflamaba el
corazón de sus oyentes.
En 1587 fue enviado a
Constantinopla como misionero entre los cristianos de Pera, suburbio de
Constantinopla. Allí animaba y servía a los esclavos
cristianos de las galeras con maravillosa devoción,
especialmente durante una peste maligna, de la cual se contagió,
aunque después recobró la salud. Con virtió a
muchos apóstatas, y se expuso al rigor de la ley turca cuando
predicaba la fe a los musulmanes.
José fue
encarcelado dos veces, pero él quiso predicar al sultán y
entró en el palacio donde fue apresado, torturado y colgado de
un pie en una horca para que se muriera lentamente, pero según
se cuenta un ángel vino a liberarlo, y esto hizo que el
sultán le soltara.
De
regreso en patria fue predicador en su convento de Umbría y sus
resultados fueron clamorosos. Vivió siempre la caridad en todos
sus ámbitos. Hacia el fin de su vida, estando en la ciudad de
Amatrice, sufrió mucho a causa de un tumor. Para
extirpérselo, fue sometido a dos operaciones sin anestesia,
durante las que no exhaló el menor gemido o queja, sosteniendo
todo el tiempo un crucifijo sobre el cual tenía fijos los ojos.
Cuando se sugirió que antes de la operación
debería ser atado, señaló el crucifijo, diciendo:
"Este es el lazo más fuerte; esto me sujetaré mejor que
cualquier cuerda lo haría". La operación no tuvo
éxito y José murió felizmente a la edad de
cincuenta y ocho años. Fue canonizado en 1746 por Benedicto
XIV.