SAN
JOSÉ DE CALASANZ
1648 d.C.
25 de agosto
Había nacido en Peralta de la Sal en Huesca, y estaba
emparentado con los primeros reyes pirenaicos. Estudió en el
Estudio General de Lérida (1571-1576): Artes, Filosofía,
Leyes. Doctorado, a los 20 años, en Derecho civil y
canónico; estudió después Teología en
Valencia (1578-1579), siendo arzobispo, san Juan de Ribera. Pero se
encontró que una mujer se enamoró de él y se
sintió tan tentado que marchó a Alcalá de Henares,
donde tuvo que interrumpir sus estudios a causa de la muerte de su
hermano Pedro; tuvo que volver a Peralta.
La muerte de su madre, y una grave enfermedad, le
hicieron desear con más fuerza el sacerdocio, pero su padre
quiso que se casara, pero José enfermó gravemente, y le
dijo a su padre que si se curaba se ordenaría sacerdote. Fue
ordenado sacerdote a los 28 años en la capilla del castillo de
Sanahuja (1583). Después de haber distribuido parte de su
patrimonio familiar a la muerte de su padre, fue llamado a cubrir
varios cargos: marchó a la diócesis de Barbastro, donde
fue familiar del obispo Felipe de Urries y maestro de sus pajes.
Asistió a las cortes de Monzón, y muerto su obispo,
marchó a Lérida, y entró al servicio del obispo de
Albarracín: Gaspar de la Higuera o Gaspar Juan de la Figuera,
con el que participó en la reforma monástica de los
agustinos y de los benedictinos de Montserrat. Al morir su obispo,
posiblemente envenenado, entró al servicio del cabildo catedral
de Urgel, del que fue secretario y maestro de ceremonias, y luego
familiar del obispo cartujo fray Andrés Capillas. Por entonces
fue nombrado párroco de Claverol y Ortoneda, cargo del que no se
ocupó directamente, sino por medio de eficaces sustitutos. En
1589 fue nombrado visitador del arciprestazgo de Tremp, y vicario de
ámbito del mismo. Como covisitador canónico, y vicario
general de Urgel. Estuvo en la universidad de Barcelona donde obtuvo el
título en Teología.
Inspirado por el Señor, se fue a Roma (1592),
invitado por su amigo el cardenal Marcantonio Colonna. Allí
vivió una vida retirada, dedicado sobre todo a la
educación de los familiares del cardenal, así como a la
capellanía del palacio cardenalicio. Después de la muerte
del cardenal estuvo al servicio de su sobrino, el cardenal Ascanio
Colonna. Impresionado por el abandono de los muchachos de
Trastévere, y después de la negativa de varias ordenes
religiosas a recibir alumnos en régimen gratuito: dominicos,
jesuitas…, fundó en la parroquia de Santa Dorotea la primera
escuela gratuita, llamada “pía” porque así se dice en
latín. Uno de los primeros bienhechores de la escuela fue la
cofradía de la Doctrina Cristiana, a la que pertenecía.
Trabó amistad con santos Juan Bautista de la Concepción,
Felipe Neri, Camilo de Lelis, Juan Leonardi y Roberto Belarmino.
Llamando luego a algunos colaboradores para dar
comienzo a la Congregación de los Clérigos Regulares de
las Escuelas Pías, con sede en la iglesia de San
Pantaleón (aunque todavía no se llamaba así, sino
que era el palacio Mannini). Esta se transformó posteriormente
en Orden de los pobres de la Madre de Dios y de las Escuelas
Pías (escolapios o piaristas), con un cuarto voto añadido
para la instrucción de la juventud, especialmente pobre. La
línea de su labor educativa se expresa en este pensamiento suyo:
"Los que se comprometen a ejercer con la máxima solicitud esta
misión educadora han de estar dotados de una gran caridad, de
una paciencia sin límites y, sobre todo, de una profunda
humildad, para que así sean hallados dignos de que el
Señor, si se lo piden con humilde afecto, les haga
idóneos cooperadores de la verdad, los fortalezca en el
cumplimiento de este nobilísimo oficio y les dé
finalmente el premio celestial". Las Escuelas Pías tuvieron una
rápida aceptación por parte de los Pontífices, y
de la sociedad en general, y se extendieron por toda Italia.
En 1613, José de Calasanz, pensando que era un
anciano -tenía 56 años-, se empezó a preocupar por
el futuro de sus escuelas y llegó a la conclusión que lo
mejor era encomendarla a una congregación religiosa que se
hiciera cargo de ellas y las tomara como su fin principal. De
ahí vino la unión con los llamados “padres luqueses” o
Congregación de la Bienaventurada Virgen María, fundada
por el ya difunto san Juan Leonardi, a quién José
había conocido y querido mucho. La unión no tuvo el
éxito esperado y se disolvieron. Nació así la
Congregación Paulina de los Pobres de la Madre de Dios de las
Escuelas Pías, que después de su muerte llegaría a
ser Orden de Clérigos Regulares. José cambió de
nombre por el de José de la Madre de Dios.
Tras la aprobación oficial de Gregorio XV, fue su
superior general en 1622. La santa impaciencia de José, y sin
duda, fallos de imprevisión provocaron movimientos internos de
rebeldía en la Orden (hubo fuertes rivalidades entre padres y
hermanos legos), y un provincial intrigante y ambicioso, el padre
Sozzi, con el apoyo del Santo Oficio, consiguió procesar al
fundador, que tenía entonces más de 80 años: se le
destituyó como superior perpetuo. En 1646, se suprimió la
Congregación por orden de Inocencio X. Ante estos hechos el
Calasanz dijo: "Sería una locura preocuparse de las causas
segundas, que son los hombres y ver la causa primera, esto es Dios, que
invita a estos hombres para nuestro mayor bien". Murió en Roma a
los 92 años, con un "prohibitur". Pero 10 años más
tarde renacerá su obra con un espíritu nuevo. Está
enterrado en la iglesia de San Pantaleón de Roma. Es
patrón de los maestros católicos. Fue canonizado el 16 de
julio de 1767 por Clemente XIII. Es patrón de los maestros
católicos.