SAN JOSÉ
19 de marzo
Siglo I d.C.



   Los Evangelios casi no hablan de él: era del linaje de David, hijo de Jacob, según Mateo, hijo de Helí, según Lucas; era un judío justo y observante que cuidó de la Sagrada Familia en Belén, en Egipto y Nazaret; con su obediencia a la voz de Dios salvó a María de ser acusada de adulterio y a Jesús, de morir en manos de Herodes. Viajó a Jerusalén, la primera a los 40 días para presentar al niño a Yahvé, y allí se encontró con las profecías del anciano Simeón, y la profetisa Ana; también viajó cuando el niño tenía 12 años, donde Jesús, se pierde y durante tres días el padre y la madre lo buscan hasta que le encuentran en el templo con los doctores. “Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua” (Lc 2, 41-50). 
Debió morir antes de las bodas de Canaá (Mt 1,2 y Lc 1,2). Las noticias de la actividad del carpintero de Nazaret (Mt 13,55) dan a entender que se trataba de una actividad muy baja: ninguna de las parábolas de Jesús recuerda el trabajo del carpintero, los modernos hagiógrafos dicen que fue artesano de la madera. 

   El “Protoevangelio de Santiago” y la “Historia de José el carpintero”, escritos coptos del siglo IV, se dedicaron a relatar detalles pintorescos en su mayoría del Antiguo Testamento; como sus desposorios de María; la edad avanzada de José; o que antes de casarse con María, tenía otros hijos de un anterior matrimonio....
Su culto de san José se celebraba en Oriente ya desde el siglo V en el calendario copto y en Occidente, fue muy tardío, en el 1481; no se generaliza hasta la Contrarreforma, y en él influyen tres santos: Teresa de Jesús, Ignacio de Loyola y Francisco de Sales.   

   "El hecho de que no se conserve ninguna palabra de San José, pero que se diga que fue dócil a la voz de Dios, (Mt 1,18-2,23), nos sugiere el primer corolario de esta actualidad del santo: su silencio, que adora la voluntad de Dios, es para nosotros más elocuente que muchas palabras. Justamente podemos considerarlo, después de María, como el modelo y patrón de la vida interior. 

   El servicio de José aparece sobre todo en la impresionante regularidad con que el evangelio de Mateo describe su obediencia: "Hizo lo que le había mandado el ángel del Señor"; "El se levantó, tomo al niño y a su madre". Obediencia, pues, inspirada en una gran fe, porque ésta debía ser extraordinaria para un prodigio (la virginidad de la esposa-madre) que era extraño y casi contrario a cualquier forma de la expectativa mesiánica de su tiempo. 

   Es Patrono de la Iglesia Católica (proclamado por SS Pío IX), de México, Filipinas, Canadá, China, Perú, Rusia, Vietnam y Austria, entre los países, Bohemia y Baviera, entre otras muchas regiones; de los matrimonios y familias, de los niños, los jóvenes y los huérfanos, de la virginidad, de los obreros, artesanos, carpinteros, leñadores, sepultureros, ingenieros, educadores, viajantes, exiliados, moribundos, protector contra problemas en los ojos, y para invocar en las tentaciones y la desesperación, para vender, comprar o conseguir vivienda, para tener una buena muerte, también es patrono de muchas diócesis del mundo y muchas instituciones religiosas se ponen bajo su patrocinio.

Página Principal
(Parroquia San Martín de Porres)