SAN HONORATO DE
ARLÉS
16 de enero
429 d.C.
Nació probablemente en Lorena o Borgoña, en el seno de
una familia romana de rango consular; de joven renunció al
paganismo, junto a su hermano san Venancio y quisieron hacerse monjes
pero su padre se opuso a ello, hasta que con la ayuda de san Caprasio
marcharon a Oriente para estudiar los principios de la vida
monástica. Su hermano murió felizmente en Menthon.
Volvió a su tierra y todo su afán fue llevar una vida
solitaria, de ermitaño consagrado en Provenza en la “Gruta” de
Agay, sobre la costa de Esterel, pero buscando mayor soledad
descubrió las islas de Lerins, frente a Cannes, y se
instaló en una de ellas, que recibió el nombre de Saint
Honorat.
En unión con san Caprasio, fundó el monasterio de Lerins,
en el 410, bajo la regla de san Pacomio; la comunidad creció y
fue un semillero de santos, teólogos y obispos, a la vez que un
foco de cultura. Entre los santos que estuvieron en Lerins destacamos a
san Hilario de Arles, que era su pariente; san Vicente de Lerins, san
Cesáreo de Arles; así se convirtió en el precursor
de la vida monástica de las Galias. En el 410, Roma fue saqueada
por Alarico, parecía como si el mundo cristiano sucumbiera, pero
allí estaba Honorato, fundando un monasterio en su isla que iba
a sostener la luz de la fe en occidente. Al ver la apacible
alegría de los monjes, los escritores religiosos creyeron
hallarse ante un ejército de ángeles en reposo. De
Honorato se dice que para pintar la caridad habría que darle su
rostro. Fue elegido obispo de Arles, en el 426, a pesar de su
oposición, pero sus fuerzas, debilitadas por la dura vida
ascética, sólo le permitieron ejercer esta función
durante cuatro años. Después falleció rodeado de
sus discípulos.