SAN HILARIO DE
ARLÉS
5 de mayo
449 d.C.
En
Arlés,
en la región de Provenza, San Hilarío, obispo, que,
después de llevar vida eremítica en Lérins, fue
promovido, muy a su pesar, al episcopado, en donde trabajando con sus
propias manos, vistiendo una sola túnica tanto en verano como en
invierno y viajando a pie, manifestó a todos su amor por la
pobreza. Entregado a la oración, los ayunos y las vigilias, y
perseverando en una predicación continua, mostró la
misericordia de Dios a los pecadores, acogió a los
huérfanos y no dudó en destinar para la redención
de los cautivos todos los objetos de plata que se conservaban en la
basílica de la ciudad.