SAN HESIQUIO PALATINO
29 de mayo
303 d.C.
En
Antioquía de Siria, San Hesiquio Palatino, mártir, que en
la persecución bajo el emperador Diocleciano, al escuchar la
orden de que quien no sacrificase a los ídolos debía
abandonar el ejército, se despojó inmediatamente de las
armas, y por este motivo fue arrojado al río Orontes con una
gran piedra atada a su brazo derecho.