SAN GUARINO DE PALESTRINA
6 de febrero
1159 d.C.



   Natural de Bolonia; su familia era la noble familia de los Guarini. Ordenado sacerdote y nombrado canónigo de la catedral de Bolonia, a los veinticuatro años, hacia 1104, decidió seguir la Regla de san Agustín, convirtiéndose en canónigo regular lateranense, en el convento de la Santa Croce de Morata, Pavía. Antes de abandonar su ciudad, donó sus bienes para que se edificara un asilo. En la vida del convento, se distinguió por su obediencia, y su austeridad suscitó la admiración tanto del clero como del pueblo. La característica de su personalidad, era la bondad.

   A los cincuenta y nueve años, fue designado obispo de Pavía. Sintiéndose indigno, trató de que lo liberaran de tal nombramiento; no consiguiéndolo, permaneció escondido hasta que fue elegido otro prelado. El Papa Lucio II, en 1144, en obediencia le ordenó cardenal y obispo de Palestrina o Prenestre donde vivió con gran santidad, austeridad y supo ejercer con gran celo su misión de pastor. Fue obispo durante trece años, continuando en privado la austera vida monacal. Como cardenal, participó en tres cónclaves. Mostró gran amor hacia los pobres. A la edad de setenta y ocho años, entregó su alma al Señor.

   Su cuerpo fue depositado en una urna de mármol, en la cripta de la Catedral de San Agapito. Un año después de su muerte, en vista de su gran fama de santidad, el papa Alejandro III decretó su culto. En 1437 Palestrina sufrió una profanación, y, por precaución, se escondieron sus reliquias. Desde entonces no se conoce su paradero: algunos dicen que fueron llevadas por el Cardenal Giovanni Vitelleschi, a Cometo (en Maremma); otros, dicen que a Bolonia, su ciudad natal.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)