SAN
GUALTERO DE SERVIGLIANO
4 de junio
1250 d.C.
Parece que era romano de nacimiento. Se decantó por la vida
religiosa para alcanzar mayor perfección, pero la vida del
claustro no satisfizo sus ansias de santidad, así que junto al
sacerdote Armando o Armeno, se retiró para vivir como
ermitaño, primero en el valle de Marana y luego en la llanura de
Valentella en el territorio de Servigliano en la Marca de Ancona.
Después fundó y gobernó el monasterio benedictino
de Serviglino, dedicándose a la asistencia de los enfermos.
Aquí murió en odor de santidad y después fue
canonizado por su culto inmemoriable. Sus reliquias fueron
sustraídas por los habitantes de Áscoli, pero luego, en
1326, fueron devueltas por el papa. Actualmente reposan en la Colegiata
de San Marco en Servigliano.