SAN GREGORIO "EL
DECAPOLITA"
20 de noviembre
842 d.C.
Nació en Irenópolis en la Decápolis
Isaúrica (Asia Menor). Gregorio fue ordenado monje de joven y
lucho intensamente para perfeccionarse, aquello que lo
distinguía eran su dedicación a la oración y los
conocimientos que poseía, considerándolos esencial para
mantener su mente limpia y la soberanía moral de la carne. Todos
los que le consultaban porque daba ese particular empeño en esas
virtudes contestaba con las palabras de san Pablo: “Todos los
deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para
obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno
que dura para siempre”. (1 Cor 9, 25).
Luego se hizo peregrino; hizo muchos viajes a Efeso, Corinto, Roma,
Sicilia, residiendo mucho tiempo en Tesalónica, en el monasterio
de San Menas y más tarde en Constantinopla, donde
combatió a los iconoclastas y por esta razón
soportó muchos sufrimientos. Murió en Constantinopla
defendiendo con firmeza las imágenes sagradas.