SAN GREGORIO DE TOURS
17 de noviembre
594 d.C.
Nació en Riom cerca de Clemont-Ferrand en Auvernia, en el seno
de una familia senatorial galo-romana, cuyos miembros sirvieron
anteriormente a los emperadores romanos y servían ahora a los
reyes francos. Desde el siglo V estaban a cargo de varias sedes
episcopales, especialmente las de Lyon, Tours y Arles, mientras que su
familia materna regentaba la de Langres. Gregorio pasó toda su
vida en la Galia, sirviendo a los reyes merovingios de Austrasia.
En su juventud
recibió una educación religiosa y cultural muy
importante. Su padre murió siendo él muy joven, por lo
que creció con su madre cerca de Cavaillon. Luego se
trasladó a Clermont, donde su formación estuvo a cargo de
su tío san Galo I, obispo de Clermont, y del archidiácono
san Avito I. En 563 fue enviado a Lyon para acabar sus estudios con su
tío abuelo san Nicecio, obispo de Lyon.
Poco después,
fue ordenado diácono y se estableció en la
basílica de Saint-Julien de Brioude, donde permaneció
hasta el año 573. Durante su diaconado, sufrió una grave
enfermedad, y peregrinó a la tumba de san Martín de
Tours, donde obtuvo la curación. Se llamaba Jorge Florencio,
pero adoptó el nombre de Gregorio cuando fue elegido obispo de
Tours en el 573, sucediendo a su primo materno san Eufronio, gracias a
la buena voluntad del rey Sigeberto I de Austrasia y de la reina
Brunegilda. Esta ciudad estaba bajo la autoridad austrasiana y era una
de las más importantes sedes episcopales de la Galia.
Participó activamente en la vida política y religiosa del
país en el difícil momento de la división de la
Galia entre los cuatro hijos de Clotario I. Defendió los
derechos de la Iglesia ante las ingerencias del poder político,
en concreto, el derecho de asilo del santuario de San Martín de
Tours. Viajó con mucha frecuencia para asistir a concilios o
tratar asuntos políticos.
Escritor, historiador y personalidad política de la época
merovingia. Por sus orígenes y su gran cultura, Gregorio es un
heredero de la Antigüedad, lector de Virgilio, Sidonio Apolinar y
Marciano Capella. Además de obras religiosas, especialmente
dedicada a los santos galos, y patrísticas, escribió “Historia
Francorum” que es
la fuente contemporánea más importante para la historia
de los merovingios. San Gregorio Magno sintió una gran
admiración por él. Está enterrado en el santuario
de San Martín. Patrón de Tours.