SAN FINTAN DE CLONENAGH
17 de febrero
603 d.C.
Nació
en Leinster en Irlanda. La biografía latina del santo, exagera
los detalles de su vida de penitente. Según ella, un
ángel predijo a la madre de Fintan la santidad de su futuro
hijo. El niño tuvo, desde la infancia, el don de
profecía; fue educado por san Columba de Tyrgladas, quien le
aconsejó retirarse a la soledad en Clonenagh, en Leix, pronto se
le unieron numerosos discípulos de quién fue abad. Unas
letanías antiguas hablan de "los monjes de Fintan descendiente
de Eochaid, que sólo comían yerbas y bebían agua;
no es posible nombrarles a todos, pues fueron innumerables." En el
mismo tono se expresa san Oengus: "El generoso Fintan, nunca
comió más que pan de avena silvestre, ni bebió
más agua que la del pantano." La austeridad de su vida fue tal
que protestaron los monasterios colindantes. Hizo una regla para los
monjes irlandeses.
Lo que
sabemos, aparte de esto, se reduce a una lista de milagros, aunque no
son estos tan extravagantes, como en la mayoría de los
documentos hagiográficos irlandeses. La biografía de san
Fintan deja la impresión de que se trataba de un hombre
extraordinario, severo consigo mismo y muy bondadoso con los
demás.
Se cuenta que los
monasterios vecinos, bajo la dirección de san Kenneth, le
hicieron una visita y se encontraron la comunidad de Clonenagh llena de
alegría y hospitalidad, estuvieron varios días, hasta que
se marcharon no volvieron a su fuerte vida ascética;
quizás por ello atraía a tantos aspirantes. Entre sus
discípulos se hallaba san Congal, que a su vez fue maestro de
San Columbano de Bobbio.