SAN FERREOLO DE
GRENOBLE
12 de enero
670 d.C.
Pertenecía a una noble familia galo-romana, de la aristocracia
senatorial de las zonas de Vienne y Narbona. Existe una
tradición, bastante discutible, que afirma que Carlomagno y
Ferreol tuvieron un linaje común. Se dice que fue obispo de
Gratianopolis (hoy Grenoble) entre el 654 al 659. Se dice que se
opuso a las impías maquinaciones del tirano Ebroím,
mayordomo de palacio, quien lo desterró y condenó a
muerte, por defender la justicia y la libertad de la Iglesia. El 12 de
enero del 659, el obispo habló a su grey, en un montículo
del monte Rachais, en un lugar que hoy se conoce como La Tronche.
Ebroím,
ordenó que un grupo de sicarios se mezclaran entre el
público para matarlo. Uno de ellos rompió la cabeza del
obispo con una vara de sauce, matándolo al instante. Luego
arrojaron su cadáver en una tahona... probablemente para evitar
disturbios.
El Obispo fue
enseguida considerado como mártir y fue canonizado por
aclamación popular. Se dice que para evitar la
profanación, los fieles enviaron sus restos a un pueblo cercano,
La Tronche, donde se mantuvo el culto constante del santo, y sobre la
que se considera su tumba se construyó, en 1846, una iglesia a
él dedicada, la Iglesia de san Ferjús.
Su nombre en latín era Ferreolus pero con la derivación
del nombre en Francia se le conoce como san Ferjus y su festividad en
Grenoble se celebra el 16 de enero. No se conservan otros rastros de su
existencia (como su mención en sínodos locales, etc), sin
embargo se le ha tributado la suficiente devoción
litúrgica como para que la Pío XII confirmara, en 1903,
su culto para la diócesis de Grénoble.