SAN FERNANDO DE
ARAGÓN
27 de junio
1082 d.C.
Estaba emparentado con la familia real de Aragón, que entonces
reinaba en el reino de las Dos Sicilias, ya que era hijo de Sancho III
y de Elvira, condesa de Castilla. Se dedicó a la vida espiritual
y contemplativa. Llegó a Italia y se alojó en los bosques
cercanos a Caiazzo; su “fama de santidad” llevó a los fieles a
nombrarle el quinto obispo de Caiazzo, cátedra que estaba
vacante desde la muerte Argisio en el año 1070. Mientras se
encontraba en peregrinación en el territorio de Alvignano
enfermó con fuertes fiebres y murió. Sus reliquias se
conservan en la iglesia arciprestal de San Sebastiano Martire en
Alvignano.
El hecho de que su episcopado no esté documentado en la
diócesis de Caiazzo, hace sospechar, que este Fernando sea el
mismo san Fernando III, venerado en este obispado, donde,
quizás, fueron llevadas algunas reliquias y el error popular,
como en otros tantos otros casos, en un obispo local.