SAN FERMÍN DE
MENDE
14 de enero
402 d.C.
La
tradición afirma que san Fermín fue obispo de Mende, y
que fue sucesor de san Privato de Mende, el fundador de la sede. En
tiempos de los emperadores Valeriano y Galieno murió por la fe a
manos de Croco, jefe de de una horda de alamanes.
Los antiguos libros litúrgicos y calendarios de la
diócesis de Gévaudan, mencionan su culto el 14 de enero y
que murió en Banassac. La restauración de la iglesia de
Banassac sacó a la luz “l’enfeu” de san Fermín, esto es
el lugar donde fue depositado su cuerpo. No se ha conservado otros
detalles de su vida. Su nombre es confundido a veces con el de san
Fermín de Amiens o de Pamplona, de quien algunos piensan que es
un duplicado, aunque no es el criterio del Martirologio Romano.
Tiene culto local.