SAN FÉLIX DE
NANTES
582 d.C.
6 de enero
Pertenecía a una noble familia de Aquitania y se
distinguió por su virtud, elocuencia y saber. A fines del
año 459, fue elegido obispo de Nantes, a los 36 años de
edad. Félix estaba casado, pero su mujer se retiró
entonces a un convento, y él recibió las órdenes
sagradas.
El celo de san
Félix por la disciplina y el buen orden se manifestó en
la administración de su diócesis, la que gobernó
durante 33 años. Su caridad con los pobres no conocía
otros límites que el de las necesidades de estos.
Construyó la catedral y evangelizó el mundo rural de su
diócesis. Asistió a los concilios de París y
Tours. Más de una vez hubo de entrar en tratos con sus hostiles
vecinos, los bretones. Aunque san Gregorio de Tours no siempre estuvo
de acuerdo con su sufragáneo, dio testimonio de su santidad. Fue
amigo del obispo de Poitiers y poeta, san Venancio Fortunato,
quién escribió versos en su honor. Murió el 6
de enero del año 582, pero durante mucho tiempo se
celebró su fiesta el 7 de julio, que es la fecha de la
translación de sus reliquias. Tiene culto local.