SAN FELICIANO DE FOLIGNO
24 de enero
251 d.C.



   Natural de Foligno en época del emperador Giordano. Fue enviado por sus padres a Roma, para que estudiase. Allí el papa san Eleuterio, lo ordenó sacerdote y lo recomendó al archidiácono Víctor. Marchó a su ciudad natal para iniciar una obra misionera de conversión de sus paisanos, y allí fue nombrado primer obispo de Foligno, por el papa san Víctor I. Si hemos de creer a sus biografías, el «pallium»  se empleó por primera vez en la consagración episcopal de nuestro santo, ya que el Papa le concedió el privilegio de llevar sobre los hombros «una capa de lana». El texto relaciona con este hecho el origen del poder para consagrar obispos fuera de Roma.

   Su obra apostólica fue intensa, y así convirtió a santa Mesalina que escuchaba el catecismo que él predicaba. Durante la persecución de Decio fue apresado y torturado cuando contaba 94 años y conducido a Roma, pero murió en el camino debilitado a causa de los malos tratos que había recibido en prisión. Sus reliquias están en Metz. Patrón de Foligno.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)