SAN EVAGRIO DE
CONSTANTINOPLA
6 de marzo
380 d.C.
En el
370, después de 20 años de ocupación arriana de la
sede de Constantinopla, los católicos eligieron a Evagrio como
obispo y fue consagrado por san Eustacio de Antioquía; pero
meses después fue desterrado por el emperador Valente y
permaneció en el exilio hasta su muerte.
Nuestro santo no debe
ser confundido con un tocayo casi contemporáneo, Evagrio del
Ponto (Evagrio Póntico), mucho más conocido, que fue
diácono en Constantinopla por la misma época, y cuyos
escritos místicos han sido fuente de inspiración para el
monacato, especialmente el oriental, y se leen aun hoy con provecho,
pero que lamentablemente, por ciertas doctrinas origenistas que parece
que sostuvo, no alcanzó la gloria de los altares.