SAN EUTIMIO "EL GRANDE"
20 de enero
473 d.C.
Nació en Melitene, provincia de Laconia, Armenia, y su madre,
Dionisia, al serle anunciada que tendría un hijo, hizo la
promesa de ofrecerlo a Dios desde el momento de su nacimiento. A los
dos años fue ofrecido a Otreios, obispo de Melitene quien, tras
bautizarlo, lo nombró lector; después estudió en
su ciudad natal y, con 19 años fue ordenado presbítero y
fue encargado de la vigilancia de todos los monasterios de la
región.
A los 20 años
se hizo monje en Faran, en Palestina, allí estableció
amistad con un vecino de celda, san Teoctisto, con el que cada
año, en cuaresma, se retiraba al desierto de Koutila en
oración. Tras cinco años de vida en Faran, eligió
la soledad, estableciendose con san Teoctisto en una gruta, al oeste de
Qumrán. Allí fueron descubiertos y se les unieron muchos
monjes, de modo que fundaron un cenobio, cuya dirección fue
confiada a Teoctisto, mientras que Eutimio vivía en una gruta
cercana, y ejerció como consejero espiritual. Hacia el 420
curó al hijo de un jefe de una tribu de beduinos, que
logró su conversión al cristianismo, y la noticia del
milagro hizo que acudiese más gente a su retiro. Eutimio
deseando mayor soledad se alejó a las regiones desérticas
de Ruban y de Ziph, en el sur del Hebrón, donde fundó
varias "lauras"; tuvo como discípulo a san Sabás. Junto a
éste contribuyó a establecer la liturgia en una
compilación titulada el "Typikon".
Combatió con igual coraje el nestorianismo y el
eutiquianísmo y envió al Concilio de Calcedonia, en el
451, a dos de sus discípulos. Cuando la emperatriz Eudoxia,
arrepentida por su inclinación a la herejía, pidió
consejo de san Simón Estilita, éste le respondió:
"No hace falta venir tan lejos por agua, teniendo un pozo mejor a la
puerta; que acuda a Eutimio y siga su consejo". Fue famoso por haber
conseguido la sumisión de Oriente a los decretos del Concilio de
Calcedonia y por convencer a la emperatriz Eudoxia de abandonar la
herejía de Eutiques.