SAN EUSTORGIO I DE
MILÁN
351 d.C.
18 de septiembre
Se dice que
llegó a Milán desde Grecia, porque era prefecto de la
ciudad durante el gobierno de Constantino. Su piedad le valió
ser elegido por el pueblo el sucesor de san Protasio, como obispo de
Milán en el 351. Viajó a Constantinopla para que el
emperador Constantino aprobara su elección y además
obtuvo la exención de tributos para los milaneses.
Ejerció toda su influencia contra los arrianos. Probablemente se
le debe la construcción de la nueva catedral de Milán,
con 5 naves. Fue desterrado por el emperador porque no quiso condenar a
san Atanasio de Alejandría. Una leyenda dice que
encontró, acompañando a santa Elena, los restos de los
Reyes Magos, y que los trasladó a Milán, donde
construyó una catedral, las cuales, después de algunos
siglos, fueron llevadas a Alemania, donde fue construida la catedral de
Colonia. Al morir fue sepultado en la basílica dedica a
él.
Un documento del siglo XIV, el «Liber notitiae
sanctorum Mediolani», reporta cinco iglesias en el territorio de
la diócesis dedicadas a este santo obispo. No debe confundirse
con Eustorgio II, también santo y obispo de Milán, pero
del siglo VI.