SAN ESTEBAN TEODORO
CUENOT
14 de noviembre
1861 d.C.
Nació en Le Bellou (Francia) y era hijo de campesinos. Antes de
ser ordenado sacerdote quiso ser relojero e inventó sus propios
relojes. Ingresó en el seminario de
Besançon, de donde pasó como catequista del grupo "El
retiro cristiano" de Aix y fue ordenado sacerdote en 1824. En 1827
ingresó como misionero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de
San Vicente de Paúl en París. Al año siguiente fue
enviado a la Conchinchina. Llegado a Saigón, el vicario
apostólico y el futuro san José Marchand, instruyeron al
joven misionero en la lengua del país y en los rudimentos de su
trabajo misionero. Pronto fue capaz de hablar y escribir en lengua
annamita, de forma que escribió varios libros en esta lengua.
En 1933 se
desató la persecución contra los cristianos por el
monarca Minh-Menh. Esteban después de un rocambolesco viaje
organizó una huida con sus seminaristas y le lanzó al
mar, sin brújula y logró llegar a Singapur y allí
volvió a ponerse a las ordenes de su vicario apostólico
que le nombró obispo-coadjutor y en 1835, fue consagrado obispo
de Metellópolis. En mayor de este año, disfrazado de
médico de la tripulación de un barco francés y con
un grupo de sacerdotes nativos, desembarcó en Vietnam. Fue un
obispo siempre en el campo de batalla, porque los cristianos de
Indochina prácticamente abandonados a sí mismos, eran
sometidos a continuas vejaciones y persecuciones por parte de la
sociedad budista. A pesar de esto los convertidos por el obispo Cuenot
se contaban cada año por miles. Por uno que abjuraba bajo las
torturas, cientos pedían el bautismo. El clero indígena
se triplicó.
En 1840 murió
el rey Minh-Menh, con lo que amainó la persecución,
así como el vicario apostólico, mons. Taberd. Cuenot le
sucedió en el cargo y su primer acto fue celebrar un
sínodo diocesano en el que unificó normas pastorales del
Vicariato. Se estableció la sede del vicariato en Go-Thi, donde
puedo hacer más eficaz su labor a pesar de que se iniciaba de
nuevo la persecución. En su retiro, recopiló las noticias
de los mártires de la persecución, y lo hizo tan bien que
cuando sus relaciones llegaron a Roma, comprobaron la imparcialidad de
sus juicios. El papa Gregorio XVI dividió su vicariato en varios
en el 1845: el de la Baja Conchinchina, del que se encargó mons.
Lefrevre; en 1850 se formó el de Camboya y Laos, y en 1851 el de
la Conchinchina septentrional, quedando Esteban con el título de
vicario apostólico de la Conchinchina Oriental, y fueron las
misiones las que se beneficiaron de esta nueva estructura.
En 1861, al
recrudecerse las persecuciones de parte del rey Tu-Duc, el obispo
mandó que los misioneros se refugiaran en Saigón, en
entonces en manos francesas, pero el no se marchó. Fue acogido
en casa de un pagano hasta que fue descubierto y capturado y, aunque no
fue realmente martirizado, su muerte se produjo por un lento
envenenamiento que le suministraban a nivel sicológico y
físico, por esto está considerado como mártir. El
mayor elogio vino de sus carceleros que dijeron de él:
"Había llegado a ser perfecto. El cielo se ha dado prisa para
recibirlo, sin permitir que él sufriera el suplicio". Era
cadáver cuando su cuerpo fue ordenado que fuera decapitado, pero
un carcelero se opuso y fue enterrado en una estera, en un lugar de la
cárcel. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 19 de junio
de 1988.