SAN ERMINIO DE LOBBES
25 de abril
737 d.C.
Nació en Laón. Sus padres eran fervientes cristianos. Lo
educaron en el celo apostólico y, cuando tuvo la edad requerida,
se marchó al monasterio benedictino de Lobbes. Estudió
profundamente la Sagrada Escritura simultáneamente con las
ciencias profanas. Se distinguió por su amor a la pureza de
costumbres. El obispo, viendo sus buenas cualidades, lo ordenó
de sacerdote.
Profesó la regla benedictina en el monasterio de Lobbes,
Bélgica, bajo la dirección del abad san Ursmaro, que lo
nombró su sucesor como abad mitrado. Durante muchos años,
destacando entre sus hermanos los monjes, como un verdadero santo. Toda
su actividad la desplegaba haciendo el bien a los necesitados, los
preferidos del Evangelio. Fue un hombre de oración y rico en
dones del Espíritu. Convirtió el monasterio en una
auténtica casa de acogida y de hospitalidad. Dios le
concedió el don de la profecía. De esta forma,
anunció la victoria de Carlos Martel en la batalla del 21 de
marzo del año 717; la dominación de Pipino el Breve sobre
los franceses; la muerte de Radbode, jefe de los frisones y otras
tantas. Viendo que llegaba el día de su muerte, la
recibió con dulzura y amabilidad, como si fuera su
hermana.