SAN ERASMO DE FORMIA
2 de junio
303 d.C.
También se le conoce como “san Elmo”. Se dice que nació
en Antioquía. Probable anacoreta y luego obispo de
Antioquía en Siria, trasladado por un ángel a Iliria en
Dalmacia; otros autores dicen que se trasladó al Líbano,
al conocer la persecución de Diocleciano, donde llevó una
vida ascética durante siete años marcada por prodigios y
milagros. Aquí convirtió a muchos paganos, de vuelta a su
diócesis fue capturado, pero de nuevo un ángel lo
salvó y lo trasladó a Formia, en la Campania donde fue
obispo. Vivió en Sirmio. Se le considera mártir,
después de haber sufrido en los dos sitios; hay santorales que
consideran que murió mártir en Campania, Italia
después de que le hubiera hundido una lezna en cada una de las
uñas de los dedos, y después fue quemado con aceite
hirviendo. Se le ha unido a los ciclos narrativos de los santos
mártires de Lentili, Alfio,Cirino y Filadelfo.
Las terribles torturas que sufrió durante las persecuciones de
Diocleciano y Maximino, hubiera bastado sólo una de ellas para
matarlo, pero siempre salió ileso.
Los napolitanos dicen que es el "San Telmo" patrón
de los marinos porque mientras predicaba durante una tormenta, un rayo
cayó cerca de él al tiempo que el cielo se
mantenía límpido y calmo encima de su cabeza. Cuando los
navegantes portugueses adoptaron al beato Pedro González como
patrón, los «fuegos de san Telmo» se convirtieron en
«luces de Pedro»; pero los marineros portugueses optaron
por sostener que el beato Pedro había sido el verdadero san
Telmo y siguieron llamando a los fuegos como siempre. Fue muy venerado
en toda Europa como patrón de los marineros además de
ostentar otros patronazgos. Desde 1969 su culto se ha limitado a los
calendarios locales. Sus reliquias se veneran en Gaeta, Italia.